
Eduardo de Lecea Echevarri
Director General de SIGAUS
Garantizamos la continuidad y estabilidad de la gestión del aceite usado, pase lo que pase. Hacemos que esta gestión sea sostenida en el tiempo, ambiental y económicamente viable, llenando de significado la hoy tan citada palabra sostenibilidad.
Protagonistas del cambio
Desde su nacimiento, y debido a nuestra propia naturaleza de sistema de gestión, SIGAUS ha sido un ejemplo paradigmático de colaboración entre agentes con sensibilidades e intereses distintos, pero movidos por un objetivo común. Un modelo del poder que puede emanar de las alianzas y la cooperación. De la riqueza que genera la interrelación de distintos grupos de interés trabajando mano a mano para articular mecanismos que alcancen una meta compartida.
Somos, en definitiva, un modelo de alianzas intersectoriales que busca la protección del medio ambiente a través de la gestión de un residuo peligroso, y que se basa en la equidad, la eficacia, y la corresponsabilidad de los diferentes agentes del ciclo de vida del aceite industrial. Verdaderos agentes de cambio que a lo largo de estos 15 años han demostrado que la creación de sinergias y alianzas es la clave para alcanzar las altas cotas de efectividad logradas, y para mantenerlas en el tiempo.
2021: Recuperación asimétrica y crisis energética
En un momento de no pocas incertidumbres, la gestión del cambio implica medir y formular respuestas ante la transformación que nos rodea. Adaptar nuestro propio enfoque a medida que la situación lo requiere, aceptando que nos enfrentamos a un entorno cambiante, en lo económico y también en lo regulatorio.
Hacemos balance en esta Memoria de Sostenibilidad de un año 2021 marcado por una recuperación asimétrica y desigual, por sectores y por comunidades autónomas. Más vigorosa en el caso de la automoción y los aceites industriales importados, y más débil en el sector industrial y la producción nacional, pero que en general no ha alcanzado los niveles pre-Covid. De hecho, incluso en el caso de la automoción, las perspectivas son de una lenta recuperación, en gran medida por la ralentización de las matriculaciones, que según la asociación de concesionarios no alcanzarán el nivel pre-pandemia hasta 2024, debido –especial pero no únicamente– a la crisis de semiconductores. Por su parte, la Asociación Europea de operadores logísticos de Vehículos, ECG, señalaba hace unos meses que la recuperación no culminará hasta 2027-2028 en lo que se refiere a niveles de producción y ventas anteriores a la pandemia.
Salimos, por tanto, de un año marcado por un crecimiento irregular al que, en el último tramo, se ha sumado la crisis de precios de la energía, que comenzó a notarse con fuerza en septiembre y que ha empeorado ostensiblemente en 2022, con la guerra de Ucrania como gran, aunque no único, desencadenante. Además de en el entorno macroeconómico (con una cascada de recortes en las previsiones de crecimiento para el año en curso), esta crisis energética está teniendo un fuerte impacto en los costes de la gestión del residuo de aceite industrial, ya que la logística de recogida está muy vinculada a los costes del transporte. Con 175.000 operaciones de recogida en 2021 y medio centenar de kilómetros de media recorridos por los gestores para atender a los puntos productores –esto es, cerca de 9 millones de kilómetros en un año–, es fácil visualizar en qué medida afectan a la gestión del aceite usado los precios de la energía o del combustible, que se han incrementado a lo largo de estos meses por encima del 60%. Y ello sin olvidar que su tratamiento se basa en procesos intensivos en el consumo de energía.
Llenar de sentido el término sostenibilidad
Esta no deja ser otra crisis ante la que actuar poniendo en práctica claves que ya conocemos después de 15 años de andadura: diligencia, agilidad y flexibilidad. Como hemos hecho históricamente, ya sea ante la caída del precio del petróleo en 2016, o la paralización económica en 2020, desde SIGAUS radicamos nuestra capacidad de adaptación al cambio a través –entre otros mecanismos– de la monitorización de las variables del mercado (en este caso estos precios energéticos), para ajustar en todo momento la financiación que aportamos a la gestión a sus costes reales. Así, garantizamos la continuidad y estabilidad de la gestión del aceite usado, pase lo que pase. En definitiva, hacemos que esta gestión sea sostenida en el tiempo, ambiental y económicamente viable. Es así como llenamos de significado la hoy tan citada sostenibilidad, en toda la literalidad del término.
Así, en 2021 volvimos a cumplir con los objetivos de recuperación, valorización y regeneración de aceites usados. Gestionamos un 6,4% más de residuo que en 2020, con la tasa de regeneración más alta de nuestra historia, casi un 80%. Nunca el aceite usado estuvo más y mejor controlado, ni dispusimos de tanta información sobre ello, como demuestra el volumen de operaciones digitalizas y geolocalizadas. Y siempre con un nivel óptimo de eficiencia, dejando el coste estructural en el 8%, llevando el coste de gestión a nuestro mínimo histórico (por debajo de 80 € por tonelada) y manteniendo la aportación de nuestros adheridos en 60 € por cada tonelada de producto puesto en el mercado. No solo por debajo de otros sistemas similares en Europa, sino sin que ese coste haya tenido que modificarse a lo largo de los años ante las múltiples vicisitudes que hemos afrontado.
Nuevas exigencias legales
Una estabilidad con la que afrontamos también un horizonte de cambios legislativos de calado que ya está aquí con, por ejemplo, mayores exigencias para los sistemas colectivos de responsabilidad ampliada del productor (SCRAP) a raíz de la nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular, en términos de transparencia, eficiencia, participación de las empresas adheridas, relación con la Administración Pública o información y trazabilidad. De esta forma, se refuerza la figura de la RAP, y su importancia y, a la vez, la garantía de seguridad, información y participación de sus empresas asociadas.
Precisamente, la eficiencia y la transparencia son dos aspectos principales que nos definen. Realizamos una triple auditoría de nuestra actuación a través de nuestra Memoria de Sostenibilidad, verificada externamente, la auditoría sobre nuestras cuentas anuales, y las revisiones de la participación de los agentes económicos, gestores y fabricantes. Podemos decir que estamos preparados para afrontar estas nuevas exigencias legales tras 15 años de implantación de estos y otros mecanismos, y celebramos que aumenten las garantías en todos estos aspectos, porque ello redundará en un mejor funcionamiento de los SCRAP y en el necesario avance de la Economía Circular.
Esta nueva Ley incorporará además nuevos sectores a la RAP, estableciendo un plazo máximo de 3 años para desarrollar reglamentariamente este modelo para los textiles, muebles y enseres o los plásticos de uso agrario. A su vez, el nuevo Real Decreto de Envases y Residuos de Envases establecerá –previsiblemente, antes de final de año– la RAP para los envases comerciales e industriales de lubricantes, algo a lo que, por iniciativa del propio sector fabricante, ya hemos dado respuesta desde SIGAUS con la creación de GENCI, en 2021, para cumplir inicialmente en Baleares y anticiparnos a la necesidad de un futuro SCRAP nacional de estos envases.
Seguir aportando valor añadido
Adicionalmente, continuamos sin perder de vista el resto de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) e incorporamos a nuestra estrategia iniciativas que aportan valor real a la sociedad en la que trabajamos y de la que formamos parte, como la formación, la sensibilización y divulgación ambiental o la responsabilidad social, aspectos en los que la pandemia y las tensiones económicas derivadas de ella no nos han alejado de seguir siendo muy activos, sino que incluso hemos redoblado esfuerzos.
Queremos seguir siendo una organización ágil, colaborativa e innovadora, que continúe aprendiendo a adaptarse rápidamente a un entorno cada vez más exigente y cambiante. Porque, como dijo el filósofo griego Heráclito hace más de 2.500 años, ‘nada en este mundo es permanente excepto el cambio y el devenir’. Todo está en continuo movimiento. Pero éste no será un problema mientras seamos conscientes de dos aspectos imprescindibles: aceptación y adaptación. Impulsemos y lideremos este cambio, aceptándolo y adaptándonos, para mirarlo siempre como un avance y no como un problema, y convirtámonos en protagonistas –nunca víctimas– de él.
Por iniciativa del propio sector fabricante, ya hemos dado respuesta desde SIGAUS al futuro Real Decreto de Envases, con la creación de GENCI, en 2021, para cumplir inicialmente en Baleares y anticiparnos a la necesidad de un futuro SCRAP nacional.
Objetivos y resultados 2021
Alianzas con el mercado
294.981 t de aceites industriales comercializadas bajo la cobertura SIGAUS.
18 nuevas empresas adheridas y récord histórico de marcas representadas: 599.
Responsabilidad sobre un 88,07% del mercado, incluyendo bolsa de fraude (2,21%).
Ciclo completo del III Plan Empresarial de Prevención 2018-2021 (537medidas tomadas en 2021).
Coste de gestión optimizado a 79,51 €/t gestionada (aportación mantenida en 60 €/t vendida).
Resultados ambientales
156.927 t brutas recogidas / 128.711 t netas gestionadas.
68.668 establecimientos atendidos en 4.827 municipios.
101.501 t regeneradas (tasa histórica más alta: 79,6%).
Ahorro de 82.000 t de CO2-eq. / 1.314 GWh por los subproductos obtenidos.
12 M € de inversión directa en
protección ambiental.
Alianzas con el sector gestor
207 instalaciones y 166 operadores en el marco de SIGAUS (10 nuevas instalaciones 2021).
192.959 declaraciones automatizadas.
174.440 operaciones de recogida efectuadas.
9,5 M € inyectados en el sector.
Auditado el 99% del aceite usado
regenerado.
Sensibilización
Renovación de la identidad visual corporativa.
290.000 seguidores en redes sociales.
563 impactos en medios, con un valor económico equivalente de 960.000 €.
Publicaciones: Memoria, revista, newsletters, Informes a las AA.PP. e Informe «El Aceite Usado en España 2020-2021».
Alianzas sociales
Décimo Bosque SIGAUS: 1.000 nuevos árboles plantados en Alcalá de Henares.
24.000 € donados a fundaciones de ayuda a niños y personas con
discapacidad.
Aula Ambiental: 4 sesiones en centros universitarios y 9 en Formación Profesional.
Nuevos centros adscritos y apoyo explícito de la Consejería de Educación y Juventud de la Comunidad de Madrid.
Colaboración con la
Administración
Comentarios y alegaciones en el proceso de elaboración de la nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular.
Comentarios y propuestas al proyecto de Real Decreto de Envases y Residuos de Envases.
Renovación de autorizaciones
autonómicas.
Expresión de Interés al MITERD dentro de la iniciativa Fomento de la Economía Circular en el Ámbito de la Empresa.
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